5 experiencias imprescindibles en Indonesia

5 experiencias imprescindibles en Indonesia

Indonesia es un país formado por más de 17.000 islas. Obviamente, es muy difícil hacer una valoración del país habiendo visitado sólo una minúscula parte de ellas. Aun así, casi 3 semanas en Indonesia pueden dar para mucho, si te organizas. En nuestro viaje, recorrimos Java de oeste a este, y visitamos Bali, Lombok y las islas Gili. Nos quedó muchísimo por ver, pero estamos seguros de que volveremos. Mientras llega ese momento, aquí está nuestra selección de las mejores experiencias que vivimos durante nuestro viaje.

 
1. Tour en bici por Yogyakarta

 
 Yogyakarta nos fascinó desde el primer momento. Es una ciudad vibrante y llena de color. Ya el primer día, al perdernos intentando encontrar nuestro hotel, descubrimos la amabilidad de su gente. Sin embargo, el tour en bicicleta que hicimos por algunas aldeas de la zona y de los alrededores fue la experiencia que acabó convirtiéndonos en fans totales de Yogya. De hecho, me atrevería a decir que esta excursión fue una de las mejores experiencias que vivimos durante el viaje.

Nuestra guía, Heni, con la que todavía mantenemos el contacto a través de Facebook, nos descubrió lugares que por nuestra cuenta no habríamos sido capaces de encontrar. Empezamos saliendo en bicicleta desde el corazón de la ciudad y alejándonos poco a poco hasta adentrarnos en las zonas más rurales, con sus calles de tierra y adoquines. Visitamos una cooperativa agraria en la que vimos vacas, uno de los animales más preciados por los granjeros. Vimos plantaciones de arroz en diferentes fases del cultivo y la cosecha. Aprendimos cómo se hace el famoso pan de gamba y, también, cómo se hacen los ladrillos de barro. Nos encontramos con un concierto en un pequeño pueblo donde nos sentimos como auténticas estrellas del rock. En definitiva, vimos e hicimos muchísimas cosas. No obstante, lo que quizás más nos marcó fue el cariño de la gente de las aldeas, que nos recibían siempre con una sonrisa. En conclusión, una experiencia de 10.

(Si quieres más detalles sobre esta experiencia, pincha aquí.)
 
 
2. Templo budista de Borobudur

 
 Java es famosa, entre otras cosas, por sus templos religiosos. Durante nuestro viaje por la isla, tuvimos la suerte de ver  templos de todo tipo, desde la mezquita más grande del sudeste asiático (la mezquita Istiqlal, en Yakarta), hasta el espectacular complejo hinduista de Prambanan. Bali tampoco se queda corta; allí, puedes encontrarte varios templos hinduistas en cada calle. Sin embargo, el que más nos impresionó fue, sin duda, el templo budista de Borobudur. 
 
No sé si fue por la hora a la que fuimos, por el día que hacía, porque apenas había turistas... no lo sé, pero Borobudur nos dejó huella. Os pongo en situación. Visitamos el templo por la mañana, muy temprano. Eran poco más de las 6 cuando nos encontramos cara a cara con Borobudur, así que las grandes masas de turistas todavía no habían llegado. Además, hacía un día raro; estaba nublado y había bastante niebla. Aunque al principio esto nos pareció un fastidio, al final acabó siendo un elemento que convirtió nuestra visita en una experiencia casi mística. Imaginad: perdidos por el templo laberíntico, entre figuras e imágenes talladas hace doce siglos, sin prácticamente nadie más a nuestro alrededor, y con la niebla cubriendo el bosque que rodea el templo. Nosotros salimos de allí casi convertidos. Sin duda, Borobudur es una parada imprescindible en Java.

(Si te interesa Borobudur y quieres saber más sobre nuestra visita, pincha aquí.)
 
 
3. Amanecer en el Bromo

 
Uno sólo se pone el despertador antes de las dos de la madrugada durante unas vacaciones si lo que tiene que ver realmente vale la pena. Nosotros lo confirmamos: ver el amanecer del monte Bromo lo vale. A pesar del frío polar, de la larga espera y del madrugón, fue una experiencia única. Nos habría gustado poder vivirla con un poco más de intimidad, todo hay que decirlo, pero aun así fue algo impresionante.

Después del amanecer, fuimos al cráter del volcán, y hay que decir que esta experiencia tampoco se queda corta y se nos quedará grabada en la retina para siempre.

(Te contamos la experiencia al completo en este post.)

 
4. Snorkel en las islas Gili

 
Llamadme cateta, pero yo nunca en mi vida había practicado snorkel. Sin embargo, cuando decidimos ir a Indonesia y empezamos a leer blogs sobre las islas Gili, supe que era mi oportunidad para darme mi primer chapuzón. Y la verdad es que la experiencia me encantó. Las dificultades iniciales hasta que me acostumbré a respirar por el tubito no me impidieron disfrutar de la fauna marina que hay alrededor de las islas Gili. Vimos arrecifes de coral, peces de millones de colores e incluso alguna de las famosas tortugas de estas islas. Además, como hicimos esta actividad con un monitor para nosotros solos, disfrutamos de lo lindo ( y sin aglomeraciones) de las aguas cristalinas de esta zona de Indonesia.

Eso sí, os tengo que hacer una recomendación: ¡cuidado con el sol! Nosotros, aun habiéndonos puesto crema solar un rato antes de empezar, nos quemamos bastante la espalda porque no la reaplicamos suficientes veces. Si tenéis la piel clarita o sensible, os recomiendo que hagáis la actividad con una camiseta puesta.

 
5. Atardecer en Lombok

 
Si bien es cierto que tuvimos muchísima suerte con (casi) todos los hoteles en los que nos alojamos, nuestro hotel de Lombok fue, sin duda, el que se llevó la palma. Ya no sólo por la distribución del hotel en varias cabañas monísimas y muy limpias, ni por la amabilidad de su personal, ni por su restaurante, sino por su situación privilegiada frente al mar (literalmente). Además, tuvimos la suerte de acabar en la única cabaña cuya terracita tenía vistas directas a la playa. Desde allí, pudimos disfrutar de los tres atardeceres más bonitos que he visto (y posiblemente veré) en mi vida.

Otro de los privilegios de dormir en una cabaña junto al mar es poder dormirse y despertarse con el sonido de las olas, que retumbaba dentro de la cabaña como si realmente estuviésemos en una balsa en medio del océano. De película.

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